La huella de carbono de la energía que consumimos

Se habla mucho de «energía limpia», «energía verde» o «energía renovable». Pero, ¿qué hay detrás de esos términos? ¿Cómo de limpia, verde o renovable es la energía eléctrica que consumimos? Si quieres saber dónde puedes comprobarlo, por qué se habla de árboles equivalentes en los estudios de fotovoltaica o cómo reducirla, sigue leyendo…

La reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera está siendo, en las últimas décadas, una de las prioridades climáticas exigidas por la comunidad científica, organizaciones ecologistas y de la sociedad civil así como de la ciudadanía, a los Estados y sus representantes políticos. Unas exigencias que, sin embargo, no acaban de transformarse en acuerdos internacionales vinculantes que permitan hacer frente a la emergencia climática en la que nos encontramos. Por ello, y a pesar de las dificultades, la ciudadanía no ha dejado de movilizarse, ser palanca de cambio y pionera en demostrar que otro modelo energético es posible y, para ello, es fundamental el despliegue de la energía comunitaria, renovable, local, descentralizada, democrática y participativa. Un claro ejemplo de ello son las Comunidades Energéticas y su potencial para transformar el modelo energético como se recoge en el informe «Energía Comunitaria: el potencial de las comunidades energéticas en el Estado español». En La Corriente tenemos muy claro el camino y por eso formamos parte, junto a un gran número de organizaciones, de la Coalición por la Energía Comunitaria impulsada por Amigos de la Tierra.

¿Cómo se miden las emisiones de CO2 evitadas?

Pero detrás de los términos que mencionábamos al principio, también hay mucho lavado verde o greenwashing por parte de las empresas del oligopolio o de aquellas que quieren trasladar a la opinión pública unos compromisos medioambientales que no son tales. En este post os contamos como se miden las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs), principalmente dióxido de carbono (CO2), que no son emitidas, valga la redundancia, a la atmósfera.

En la mayoría de las ocasiones se está utilizando como unidad de medida los kg de CO2 que no son emitidos a la atmósfera. Dos ejemplos de ello son el Código Técnico de Edificación (CTE), al emplear la reducción de emisiones de CO2 como forma de cuantificar las mejoras realizadas en aislamiento térmico, y las ofertas de instalaciones solares fotovoltaicas u otras tecnologías renovables.

Para evaluar numéricamente los kilogramos de CO2 que le “ahorramos” a la atmósfera, es necesario conocer a qué tipo de energía está sustituyendo, es decir, no es lo mismo que la energía que genera la instalación solar sustituya una central de carbón, a que sustituya energía eléctrica generada mediante gas natural.

En el siguiente gráfico se puede observar cómo han variado las emisiones de CO2 por kWh de la red eléctrica española al evolucionar el mix de generación de electricidad (conjunto de tecnologías que producen electricidad en un país), teniendo en cuenta los factores de emisión de las comercializadoras en la península.

Fuente: Datos obtenidos de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia)

Estos factores de emisión se calculan en función del tipo de fuente de producción eléctrica del que proviene la energía que compra cada comercializadora en el mercado mayorista, y se puede consultar aquí. Cuanto mayor es el factor de emisión menos limpia es la energía que compra y vende cada comercializadora.

A través de este cálculo se puede comprobar cuáles son las comercializadoras más contaminantes en nuestro país, sin dar nombres diremos que todas forman parte del oligopolio.

En el caso de La Corriente el factor de emisión es nulo porque toda la energía que compramos y vendemos a nuestras socias y socios proviene de fuentes de energía renovable que están certificadas como GdO (Garantías de Origen) en la CNMC, por ser 0 g/CO2 las emisiones directas de CO2 provenientes de energías renovables. De todo ello ya os hablamos aquí y aquí.

¿Y si instalo paneles fotovoltaicos?

En el gráfico anterior podíamos observar que las emisiones medias del mix energético español en 2020 se situaron en 250 g CO2/kWh. Por lo que si realizamos una instalación fotovoltaica en nuestro hogar o negocio, por cada kWh que produzcamos de energía renovable en nuestra cubierta y dejemos de comprar de la red eléctrica, estaríamos evitando la emisión de 250 g de CO2. Además, estaríamos reduciendo la huella de carbono del mix energético español al contribuir con una mayor potencia instalada de renovables en nuestro país.

Es evidente que las energías renovables en general, y la energía solar fotovoltaica en particular, implican una reducción inmediata de las emisiones de GEI, pues las fuentes energéticas convencionales estaban basadas directamente en la quema de combustibles fósiles como el carbón, gas natural o petróleo, y toda combustión tiene como productos inmediatos CO2 y agua. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la fabricación de los paneles solares fotovoltaicos no está exenta de emisiones, porque ningún proceso o transformación lo está. Se estima que por cada panel solar fotovoltaico fabricado, la huella de carbono tiene un valor medio de 498 kg CO2 [1]

Entonces…¿tiene sentido poner una instalación fotovoltaica en mi tejado?

La respuesta es rotundamente sí, pero vamos a ejemplificar de manera analítica para poder comprenderlo mejor:

Gracias a la implantación de una instalación solar fotovoltaica en una vivienda conectada a la red eléctrica española, con 2.7 kWp (6 paneles) se pueden generar al año 4050 kWh de electricidad. Si consumiésemos esta energía de la red, nuestra vivienda tendría asociadas, debido al mix energético español, unas emisiones de CO2 de 1.013 kg de CO2 al año. Este valor representa, por tanto, las emisiones anuales de CO2 que ahorramos al instalar fotovoltaica en un año, lo que equivale a casi 24 toneladas de CO2 en toda la vida útil de la instalación. Sin embargo, debido a la huella de carbono correspondiente a la fabricación de cada panel, no es hasta casi los tres años que saldamos la deuda de emisiones de CO2. Si restamos esta cantidad de CO2 emitidos durante la fabricación de los módulos, podemos afirmar que la instalación de tan solo 6 paneles va a hacer ahorrar a la atmosfera mas de 23 toneladas de CO2 en su vida útil, lo que equivaldría a plantar 134 árboles.

Fuente: Elaboración propia

Pero, ¿por qué se habla de árboles plantados?

Para tener una visión más palpable de una medida tan abstracta como puede ser la cantidad de CO2 no emitido a la atmósfera, usualmente se comparan kg de CO2 evitados por una instalación de energía solar, con el número de árboles que absorberían dichos kg CO2 de la atmósfera. Puesto que los árboles son seres vivos que necesitan CO2 para crecer, la reforestación se muestra como una de las actividades que pueden mitigar la emisión de CO2.

Para poder obtener el dato de 134 árboles, nos hemos basado en la variedad de árboles presentes en España, principalmente encinas, robles y pinos (entre otros muchos). Ya que conocemos el factor de emisión en toneladas de CO2/árbol de cada especie y cómo evoluciona este factor de emisión a lo largo de los años, es decir, al ir creciendo el árbol, así como la vida útil de la instalación (que es de al menos 25 años), podemos obtener el factor de emisiones para 25 años: 0,15566 t CO2/árbol.

Si la generación de energía eléctrica de nuestra instalación, durante su vida útil, evita la emisión de 23.782 kg de CO2, y cada árbol consume 155,66 kg CO2, obtenemos los 134 árboles a los que equivale nuestra instalación renovable. Más información aquí.

[1] (Fuente: Elsevier. “Assessing the lifecycle greenhouse gas emissions from solar PV and wind energy. A critical meta-survey”).

Otras fuentes consultadas:

https://canviclimatic.gencat.cat/es/actua/factors_demissio_associats_a_lenergia/

https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/157904/Ruiz%20-%20CÁLCULO%20DE%20LA%20HUELLA%20DE%20CARBONO%20DE%20UNA%20INDUSTRIA%20CERVECERA.pdf?sequence=2

https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/mitigacion-politicas-y-medidas/objetivos.aspx

https://energia.gob.es/desarrollo/EficienciaEnergetica/RITE/Reconocidos/Reconocidos/Otros%20documentos/Factores_emision_CO2.pdf

https://www.solarweb.net/forosolar/fotovoltaica-sistemas-conectados-red/8263-calculo-kg-co2-ahorrado.html

https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/mitigacion-politicas-y-medidas/guia_huella_carbono_tcm30-479093.pdf

https://www.lavanguardia.com/vangdata/20150915/54435265171/cual-es-el-arbol-mas-comun-en-espana.html 

¡La energía más limpia es la que no se produce!
¡Enchufaros al ahorro energético! ¡Enchufaros a la autoproducción fotovoltaica!

Si ya lo tenéis claro y queréis poneros en marcha, nos podéis pedir un estudio preliminar rellenando el siguiente formulario.

Esperamos que esta información haya sido de vuestro interés y os aclare muchas dudas, pero podéis dejadnos las que os surjan en comentarios, ¡os leemos! Y si queréis que os hablemos de algún tema en concreto, podéis escribirnos a comunicacion@lacorrientecoop.es


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