Diálogo para sumar, distancia para transformar: De la relación de La Corriente con partidos y otras instituciones políticas, por Rocío Nogales Muriel

Como una de las 18 cooperativas en activo en todo el territorio español[1], hace tiempo que aprendimos en La Corriente que nuestra actividad tenía un componente desestabilizador del estatus quo del mercado energético español. Aunque no fuera nuestra intención inicial, con el tiempo hemos aprendido a aceptar como función fundamental de nuestra cooperativa esta dimensión política que caracteriza nuestro esfuerzo por tratar de cambiar el injusto e insostenible (des)equilibrio de poder que rige la manera en la que se genera, distribuye y comercializa energía en España. Estamos aprendiendo a gestionarla, tratando de aprender a cada paso que damos. Es por eso que escribimos hoy este texto desde el grupo dinamizador de la cooperativa local de la comunidad de Madrid que trabaja codo con codo con otras organizaciones, plataformas y movimientos (Ecooo, Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, Ecologistas en Acción, etc.) para contribuir a que energía sea sinónimo de renovable, justa e igualitaria para nuestra generación, las que nos seguirán y el planeta que nos sustenta.

Lo curioso de esta conciencia de la dimensión política de La Corriente es que ninguna de las personas que integramos este grupo dinamizador se dedica de manera siquiera tangencial a la política de forma profesional. Eso sí, la mayoría llevamos tiempo implicados en movimientos e iniciativas sociales y medioambientales de diversa índole. Además, durante esta etapa de nacimiento y consolidación de la cooperativa, solo una persona en ese grupo depende de ella para vivir, pues nos ganamos la vida fuera de La Corriente, aunque esto pueda cambiar en un futuro si pudiéramos generar puestos de trabajo para Madrid. A eso hay que sumarle que nuestros perfiles (humanos, profesionales y políticos) y recorridos son de los más variopintos y que no nos conocíamos antes que se creara La Corriente, hace tres años. Desde mi punto de vista, la combinación de estas tres circunstancias (conciencia social, independencia económica y perfiles profesionales complementarios) nos sitúa en una situación particular respecto a cómo gestionamos la relación con los partidos políticos, así como otras instituciones. Esto es importante por una cuestión de transparencia, pero también porque sabemos que las organizaciones lideradas por ciudadanas y ciudadanos con la ambición de transformar situaciones de desequilibrio o clara injusticia social, medioambiental o económica tienden a transformarse por presiones externas, en gran parte como resultado de satisfacer las necesidades financieras para asegurar su supervivencia. Esto es lo que se conoce como “isomorfismo” y estas presiones pueden venir tanto del mercado como del sector público y otros actores.

Es de sobra conocido que el mercado energético español se ha configurado de manera oligárquica como resultado de muchos factores, entre los que se incluye la connivencia (por no decir complicidad) de los distintos gobiernos que se han sucedido desde que llegó la democracia hace ya 40 años. Desde el principio, el sector energético ha padecido una fuerte interferencia por parte de gobiernos y los partidos que los sustentan. Por ello, en el camino que hemos realizado desde La Corriente, hemos aprendido a distinguir la adulación (en muchas de las formas posibles que puede adoptar) de la colaboración. Por ello, nos gustaría compartir con quienes nos seguís algunas de las situaciones recientes en las que la hemos elegido el camino de la colaboración con estas fuerzas políticas, aprovechando para hacer un llamamiento al resto de fuerzas políticos para que tomen como ejemplo acciones que no pueden retrasarse más.

  1. En primer lugar, a finales de marzo, La Corriente se embarcó en un proceso de ampliación hacia el que será nuestro próximo paso hacia la comercialización de energía renovable. Como muchos sabéis, por el momento, somos una cooperativa que comercializa la electricidad que nos provee otra cooperativa hermana, Goiener. Para los que conocéis el complejo mercado energético español sabréis que ningún paso relacionado con el objetivo último de promover una producción y un consumo justos y sostenibles de energía es baladí en nuestro país. Para poder convertirnos en comercializadora, tenemos que doblar en tres meses nuestras socias y socios. Con este fin, nos presentamos a un programa de cofinanciación o financiación complementaria (en inglés match-funding) lanzada por Ahora Madrid en noviembre de 2017 a través de la plataforma de financiación colectiva (o crowdfunding) “Ahora comparte[2]. Esta iniciativa está recogida en el reglamento económico de este partido que gobierna la ciudad de Madrid desde las elecciones de mayo del 2015: el 20% de las donaciones de sus cargos electos y personal contratado debe destinarse a proyectos sociales que mejoren el bien común de la sociedad madrileña y el desarrollo ciudadano a través de iniciativas de la economía social y solidaria. Este mecanismo de financiación nos pareció transparente y accesible así que apostamos por él y a día de hoy estamos a 88% de conseguir el objetivo. Conseguirlo nos permitirá dar el salto cualitativo que hará posible seguir apostando por una opción energética de y para la ciudadanía, sin intermediarios ni injerencias de ningún tipo.
  2. En segundo lugar y también durante el pasado mes de noviembre, Izquierda Unida (IU) presentó la que constituye hasta el momento el movimiento más decidido por parte de ninguna organización política por el apoyo de las cooperativas energéticas. Bajo el nombre “Cambia de Bando”, este partido promoverá la migración del consumo energético desde las grandes cinco comercializadoras del mercado oligopólico español a las basadas en la economía social[3]. Aunque la campaña busca sensibilizar a militantes y la sociedad en general, este partido pasa de la teoría a los hechos aplicando dicha migración a las 262 sedes repartidas por todo el Estado. Como la comercializadora local de Madrid, La Corriente participó en el taller de presentación de la campaña y de desenmarañamiento del mercado eléctrico español en la sede del partido en la capital. Lo que nos convenció a participar en este primer taller fue precisamente ese pasar a la acción que denota una superación (por el momento) del discurso buenista y la cristalización en una hoja de ruta concreta. Nada nos gustaría más a La Corriente que todos los partidos políticos desarrollaran su propia estrategia, declinada según sus sensibilidades pero rotunda y clara, para alcanzar el progresivo desmantelamiento de la situación de oligopolio que vivimos y que constituye toda una anomalía respecto a los países de nuestro entorno europeo. Hablando de Europa, los objetivos trazados por el Parlamento europeo para las energías renovables, así como la existencia de buenas prácticas en el resto de Europa deberían incitar a estos partidos y grupos de gobierno a seguir este camino.

De estos hechos a las palabras de María Zambrano, que nos recuerdan que “toda transformación requiere esfuerzo”.[4] Según la filósofa y poeta, no hay nada peor que la adulación por parte de los dirigentes y partidos políticos, pues nos lleva a creer que la situación actual es la mejor y ese estatismo nos anula como posibles productores de alternativas, a la vez que impide que vivamos como personas. “Lo cual entraña responsabilidad, conciencia”, que escribió Zambrano. En un momento en el que la ciudad de Barcelona ha municipalizado la comercialización de su energía eléctrica[5] y que pequeños municipios como Rivas en la Comunidad de Madrid apuestan por la soberanía energética al comprar su electricidad directamente en el mercado mayorista eliminando intermediarios[6], ha llegado el momento de tomar posiciones como paso siguiente a la toma de conciencia.

Nuestro objetivo con estas líneas era no solo informar sobre recientes acciones de La Corriente sino generar debate entre acciones urgentes que partidos políticos y administraciones públicas deberían hacer suyas, bien directa o indirectamente. Se da la circunstancia de que los ejemplos que hemos reflejado en este texto podrían considerarse como pertenecientes al espectro político progresista de “la izquierda”. Sin embargo, aprovechamos para afirmar lo que nos parece obvio: que La Corriente está abierta a establecer relaciones y participar en iniciativas promovidas por partidos y administraciones de cualquier color político que busquen promover un modelo energético más sostenible, justo e igualitario y el empoderamiento social, económico y político de la ciudadanía. La transición energética es una de las “transiciones inaplazables” a las que nos enfrentamos como sociedad y para las que, desafortunadamente, la mayoría de estrategias y modelos han quedado obsoletos[7]. Aunque queda mucho por hacer, existe un humus de experiencias y realidades que emanan de una ciudadanía consciente, en la que se enmarca La Corriente y que constituyen una posibilidad concreta y viable. Queremos que se conozca a La Corriente por sus acciones, no por siglas que le vengan dadas o la (pre)definan y nos guiaremos por el espíritu de colaboración con personas y entidades que tengan en la co-construcción de bienestar y el empoderamiento de las personas su fin último.

[1] Ver http://www.unionrenovables.coop/socios/

[2] https://ahoramadrid.goteo.org

[3] http://www.izquierda-unida.es/node/16856

[4] Zambrano, María (1996), Persona y democracia. Madrid: Ediciones Siruela.

[5] https://www.eldiario.es/catalunya/barcelona/Barcelona-aprueba-electrica-publica-hogares_0_628187324.html

[6]http://www.rivasciudad.es/portal/contenedor_ficha.jsp?seccion=s_fnot_d4_v1.jsp&contenido=33670&tipo=8&nivel=1400&language=es&codResi=1

[7] Calle Collado, Ángel (2013), La transición inaplazable. Salir de la crisis desde los nuevos sujetos políticos. Barcelona: Icaria.