Y es que a pesar de la prórroga, el próximo 8 de octubre vence de nuevo el plazo para solicitar por primera vez o renovar si ya eres beneficiario el bono social. Si no lo haces y eras beneficiario, en tu próxima factura verás desaparecer el descuento.
Y es que el bono social no es más que eso, un descuento. El anterior era un 25% y se daba a cualquiera que tuviera contratado menos de 3 kW en su vivienda habitual, o todos los miembros de la unidad familiar estuvieran en el paro, o fueran pensionistas con pensión mínima, pero eso sí, mayores de 60 años, y a las familias numerosas. Con la nueva ley se introducen criterios de renta como condición para la concesión del descuento y se aplica sobre una cantidad determinada de energía consumida. Además se divide a los beneficiarios en tres grandes grupos y se les aplica diferentes porcentajes de descuento:
Para que nos hagamos una pequeña idea sobre qué niveles de renta se manejan, sólo tenemos que recordar que el INE (Instituto Nacional de Estadística), sitúa el umbral de pobreza a las rentas entre los 608 €/mes (persona sola sin alquiler de vivienda) y los 1.512 €/mes (imputando alquiler de vivienda y unidad familiar de dos hijos).
También debemos aclarar que no se aplica descuento sobre el IVA que se imputa a las facturas –del 21%-, ni sobre el impuesto eléctrico y que éste descuento se aplica sólo sobre una determinada cantidad de energía consumida –el resto se factura a precio PVPC–. Como podemos ver en el cuadro de abajo por los límites de energía bonificada, no se contempla la utilización de la electricidad como modo de calefactar y/o refrigerar nuestra vivienda, ya que de ser así, según estas tablas, nos pasaríamos del consumo al que se aplicaría el descuento, a excepción del colectivo de familias numerosas. Según el IDAE, el consumo medio por hogar de electricidad se situaría en 3.487 kWh, dato que como se ve queda muy alejado del límite de consumo de 1.200 kWh y 1.680 kWh que establece el bono social.
A nivel público, el bono social es la única medida contra la pobreza energética, de modo que cuando salió la nueva reglamentación y en vista del fracaso sucedido en el proceso de inscripción de solicitudes por parte de los usuarios, tanto de los que debían renovar por ser beneficiarios del descuento del antiguo bono social y poder seguir manteniéndolo, como de los nuevos usuarios, que por sus condiciones económicas pudiera serles de aplicación la nueva normativa, el gobierno dicta una prorroga a través de una nueva orden ministerial, Orden ETU/361/2018, de 6 de abril y de ésta forma el plazo se amplía hasta el próximo 8 de octubre de 2018.
Además de ampliar el plazo, con esta orden ministerial se modifican los formularios de solicitud porque los anteriores parece que estaban creando irregularidades que hacían que las comercializadoras de referencia devolvieran las solicitudes por incorrectas. De éste modo se corrige el funcionamiento del proceso de solicitud, identificando en los formularios una casilla que se debe marcar para autorizar a la comercializadora o a la Administración a acceder a determinada información para la comprobación del cumplimiento de los requisitos, así como especificar de manera más clara la documentación a aportar en cada caso, adjunta a la solicitud, para la concesión del bono social.
La CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), ha puesto en marcha junto a la Fundación Civio una aplicación para que cualquier ciudadano pueda comprobar de manera sencilla si tiene derecho al bono social y sepan cómo tramitarlo. Puedes comprobarlo aquí: https://www.cnmc.es/node/369090
Pero el bono social es solo un descuento, no una solución, porque no va al fondo del problema. Porque ese descuento finalmente lo pagamos entre todos y va a un saco sin fondo al que llaman “sistema eléctrico”, y éste no es ni más ni menos que el beneficio de un oligopolio formado por grandes corporaciones energéticas. La solución pasa por modificar el sistema de modo que paguemos de manera justa por lo que verdaderamente cuesta producir la energía y no permitir la especulación en un bien esencial y necesario para la vida humana.
El sistema energético no puede seguir siendo el negocio especulativo de unos pocos, sino un derecho gestionado para dar un servicio esencial a todos.
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Y aquí os podéis descargar el tríptico que ha sacado la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético.
Y en nuestras preguntas frecuentes: ¿Puedo contratar el Bono Social con La Corriente?
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