Es como cambiarse de compañía telefónica, y tu suministro no corre peligro en ningún momento (todos los domésticos estamos protegidos por las compañías distribuidoras, que son quienes garantizan tu suministro). En caso de que faltásemos a nuestras obligaciones, seríamos sancionados, inhabilitados y nuestros clientes (sin necesidad de hacer ningún trámite) pasarían de manera automática al comercializador de último recurso presente en la zona.