Escribimos este post a nuestro regreso de la huerta. La Huerta de Tetuán, en ese barrio donde cuentan las mujeres que hace años no tenían que “ir al parque” porque “salíamos de la puerta de nuestras casa y nos topábamos con una huerta.” Desde este barrio, rico en familias trabajadoras y memorias de huertas y lecherías, hemos elegido irradiar la mejor energía que nos mueve, la cooperativa, para lanzar una serie de acciones con otras cooperativas amigas en sectores más allá de la energía.

En concreto, desde el pasado mes de marzo, hemos comenzado a trabajar mano a mano con La Osa (alimentación) y La Pájara (movilidad) con el barrio de Tetuán como campo de acción para visibilizar y dar a conocer que otras economías vivas son posibles. Que otros barrios vivos son posibles.

Tras varias reuniones para conocernos y una primera presentación en común en abril en el EnamorArte Art Market, el domingo 12 de mayo aterrizamos en Tetuán. Pasamos la mañana bajo el sol implacable del huerto con gente de todas las edades y procedencia con ganas de saber e implicarse más. Además de La Corriente, La Osa y La Pájara y la Huerta de Tetuán, nuestra anfitriona, estuvieron con nosotras el proyecto Tetuan Te Estoy Poniendo Verde, Eocosol y La Colmena dice SI.

De fondo, niñas y niños regaban, trepaban por las estructuras del huerto, visitaban la casita de madera, aprendiendo y experimentando sobre lo especial del espacio en el que estábamos. Keyla, Miguel, María, Claudia, Diego, Matteo, Juan… personas interesadas en conocer experiencias como éstas que nos permiten alejarnos del aislamiento en el que a veces creemos estar y superar la frustración de no “poder hacer nada” para que las cosas cambien. Conocernos cara a cara y compartir un almuerzo improvisado (¡pero siempre delicioso!) hace posible dejar atrás la ignorancia y el miedo en el que nos encontramos a la hora de hacer elecciones de compra, de servicios que son, al fin y al cabo, elecciones de vida. Además, muchas tenemos por delante la tarea de educar a las generaciones que nos siguen y esto también hay que comenzar a hacerlo de otra manera.

Es como si las dudas y los titubeos, una vez articuladas y compartidas, lo fueran menos. Es como si saber que el mundo que deseas se está apuntalando justo al lado, en tu barrio, te diera unas alas que nos son negadas demasiado a menudo. ¿Por qué Tetuán? Porque allí estamos muchas de las personas detrás de las iniciativas aquí mencionadas y porque existe en la actualidad una efervescencia social en el barrio que emociona. De hecho, junto con otros barrios de la capital, comienza a convertirse en faro al que “emigran” personas que no pueden (o no quieren) aceptar los ritmos, cada vez menos humanos, que parece imponer una almedra caída en manos de la especulación de la vivienda y una museificación de lo que es, ante todo, un espacio vital de madrileñas y madrileños. Además, La Corriente cuenta con muchas socias en Tetuán y, desde el pasado mes de abril, unos de nuestros socios, Richard y Gema,  produce su energía eléctrica a partir de placas fotovoltaícas cuyo consumo puede monitorizar desde su teléfono móvil.

Intercooperar es tejer y queremos tejer barrio juntas, mostrando que lo que creíamos imposible ya existe y que son miles las personas comprometidas que ya están cambiando las cosas en muchos sectores esenciales para nuestra vida, como son la alimentación, la movilidad y la energía. Con la ayuda del arte y la cultura, lentes mágicas capaces de reveler lo que a veces se nos escapa, estamos mostrando que esas alternativas dejaron de habitar los márgenes hace tiempo, aunque siguen necesitando de tu participación para seguir transformando Madrid. Sus barrios y sus pueblos, que es donde, al fin y al cabo, habitamos las personas que hacemos Madrid.