¿Sabes qué es la potencia eléctrica? ¿Te has planteado alguna vez si tienes contratada la adecuada? En este artículo te explicamos cómo optimizar y ahorrar en la factura de la luz contratando la potencia que realmente necesitas.
Cada 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro Energético. Así que recuperamos este post para explicaros qué es la potencia y como ajustarla. Además, no te olvides de aplicar estos 5 consejos para ahorrar en la factura eléctrica y ver estos 5 vídeos en los que te explicamos todos los detalles de tu factura y el mercado eléctrico. Ahora sí, ¡al lío! La potencia que tienes contratada son los kilovatios (kW) que podemos conectar simultáneamente en nuestra casa, es decir, el número de aparatos eléctricos y electrodomésticos que podemos conectar a la vez en nuestro hogar.
El término de potencia es una componente importante de la factura. Depende de la potencia que tengas contratada y es un término fijo que pagas independientemente de lo que consumas. Si tienes una potencia muy alta, pagarás de más, pero si la bajamos demasiado, actuará el Interruptor de Control de Potencia del contador (ICP) y nos disparará la luz (“saltarán los plomos”, como se decía antes). Por eso, es muy conveniente tener la potencia contratada adecuada.
“Si se dispara la luz, apaga algún equipo eléctrico, desconecta el interruptor general del cuadro eléctrico de tu casa, espera al menos 15 segundos y vuelve a conectarlo.”
La comercializadora no te cobra por modificar la potencia contratada, pero sí lo hace la distribuidora, en concepto de tasa por actuaciones en los equipos de medida, y tiene un coste regulado de 10,94€ (según ITC/3519/2009). Si queremos volver a subirla, además de volver a pagar la tasa de la distribuidora, es posible que nos pidan actualizar el boletín de baja tensión de nuestra instalación eléctrica.
“El boletín nos lo hace un electricista que nos cobrará por ello. Además puede que tengamos que hacer alguna renovación de la instalación, con su consecuente coste.”
Por ello, hay que tener cuidado a la hora de bajar la potencia contratada. Aquí os explicamos un método rápido y sencillo:
Como os hemos contado anteriormente, podéis acceder a la información del contador a través de la plataforma de vuestra distribuidora (puedes comprobar cuál es tu distribuidora aquí). Ahí podéis encontrar la sección correspondiente a los valores de potencias máximas mensuales.
Captura de pantalla de la plataforma de Endesa donde se pueden encontrar los valores de potencia máxima demandada
El criterio más sencillo: usar el valor más alto de la potencia máxima mensual demandada en los últimos 12 meses. Para ello, tienes que revisar los valores máximos mensuales de los últimos 12 meses y ajustar la potencia contratada al mayor de esos valores. De esa forma, salvo que tengamos un cambio en nuestros hábitos de uso, nos aseguramos el mínimo valor para el cual no tendremos ningún disparo de la luz.
Ejemplo de Potencias Máximas Registradas
La razón para que tengamos en cuenta los valores de los últimos 12 meses es para tener en cuenta los hábitos energéticos a lo largo de todas las estaciones, asumiendo que el perfil de consumo es similar el resto de los años.
Aún así, podríamos intentar reducir más ese valor aunque, para ello, hay que tener claras ciertas ideas y estar dispuesto a asumir el riesgo de algún disparo ocasional (si es que se da).
«Recuerda que ahora puedes bajar la potencia contratada en tramos son más pequeños (0.1 kW). Lo que permite ajustar la potencia mucho más, ahorrando en la factura.»
En primer lugar, ten en cuenta que los valores que muestra la distribuidora es el máximo valor de potencia demandada en ese mes. Pero no aporta ninguna información sobre cuántas veces se ha alcanzado ese valor u otro similar ni tampoco durante cuánto tiempo. Por ello, si hay una diferencia importante entre el valor más alto y el resto de valores mensuales, revisa si hay alguna razón para ese valor elevado. Si no es así, puedes considerar eliminar ese valor. Es habitual, por ejemplo, que si tienes calefacción eléctrica, tener una potencia sensiblemente más elevada durante esos meses en los que la enciendes. Si ha sido solo durante pocos meses, tenlo en cuenta para que no bajar la potencia contratada por debajo del valor necesario para que enciendas la calefacción.
Por supuesto, puedes evaluar la posibilidad de cambiar algún hábito de consumo. Siguiendo con el ejemplo de la calefacción eléctrica, muchos equipos tienen dos resistencias. Obviamente, si se encienden las dos a la vez, la potencia máxima será mucho más elevada que si se hace de forma secuencial. En este segundo caso, el tiempo de calentamiento será más lento. Otras veces, puede ser algo tan sencillo como no poner simultáneamente el lavavajillas y la lavadora, por ejemplo.
Por otra parte, el disparo no es inmediato al momento de superar la potencia contratada. Según la normativa técnica, los ICP tienen un tiempo de respuesta que será menor cuanto más te hayas pasado, pudiendo ser, por ejemplo, si te pasas al doble de la potencia contratada, el ICP disparará tras pasar entre 10 segundo y minuto y medio. A continuación, os ponemos la curva para quiénes os guste trastear con estas cosas:
Adicionalmente, muchos equipos (especialmente si hay motores involucrados) requieren una potencia demandada durante el arranque mayor que en “operación normal”. Por ello, puede resultar que si tenemos algún equipo de estas características, aunque en operación normal no deberían suponer un problema, tener encendidos otros equipos justo en el momento del arranque podría elevar nuestro valor máximo. Aunque si tenemos en cuenta el tiempo “de reacción” del ICP, seguramente, no nos disparará la luz.
Os podréis dar cuenta que hay margen para “arriesgarse” pero hay que ser consciente de lo que se asume.
Y por último, en ocasiones se suele decir que, para usuarias·os domésticos, si no se te dispara la luz dos o tres veces al año, es que tienes demasiada potencia contratada. Es un buen criterio, aunque no te da el valor a contratar ni considera si realmente puedes asumir un cierto número de disparos al año. Para aplicar este tipo de criterio, deberás revisar tu histórico de potencias máximas demandadas, reflexionar sobre cómo has podido alcanzarlos y evaluar si asumes un determinado número de disparos.
➜ ¿Tienes la potencia eléctrica adecuada? Descúbrelo AQUÍ
Esperamos que os aclare muchas dudas y, por supuesto, podéis dejadnos en comentarios las que os surjan. ¡Os leemos!
¡Gracias por seguir impulsando la buena energía en Madrid!
#EnchúfateALaCorriente
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